domingo, 31 de agosto de 2025

.. todo lo que te molestaba de mí

A JM le molestaba que yo tomase lino por las mañanas, con el café. Particularmente le molestaba encontrar alguna de esas semillas incrustada en las paredes de la taza del desayuno. 

Con él ahora me doy cuenta de que siempre sentí que yo estaba de más, que sobraba. Es significativo el gran número de cuestiones que le hacían sentirse incómodo con mi presencia, y que me dispongo a enumerar, si mi memoria me permite, o al menos alguna de ellas:

- Le molestaba que dejara la alcachofa de la ducha abajo, apoyada sobre el grifo. Él siempre la había colocado en el aplique de arriba, el que a mí no me gustaba usar porque me mojaba el pelo cuando me duchaba, y que para él siendo calvo le era irrelevante, pues lavarse la cabeza era lo mismo que lavarse la cara o el sobaco.

- Odiaba que dejara la persiana un poco levantada para dormir. Para él las persianas debían llegar abajo del hueco de la ventana, sumiendo en total oscuridad la habitación, cuestión que a mí me agobiaba particularmente. Spoiler: acabamos durmiendo así e incluso llegué a acostumbrarme a ello. Post-spoiler: ahora ya he conseguido retomar mi rutina de dormir con algo de luz y despertarme de forma natural por el primer haz de luz de la mañana.

- No quería que modificara la distribución de los muebles, especialmente en el salón. Esta cuestión en concreto entrañaba un problema por razón de la distancia del sofá a la televisión, pues para mí creaba una sensación de vacío en toda la estancia, con tanto hueco sin ocupar. Me gusta sentir proporcionalidad en la distribución del espacio. No cedió. No era algo debatible. Eso había estado así siempre y así debía quedarse.

En fin. Es curioso sentirme secuestrada por mi interés por encajar en su vida. Había ocurrido anteriormente con otras parejas. Sí, es cierto. Quizás era un patrón que yo acababa repitiendo. Siento que he permitido que violasen mi intimidad; que me violasen en mis momentos más vulnerables. 

Yo te dejé hacer uso de mí en esos momentos. Yo fui quien te lo permitió. Me he castigado por ello; tranquilo, me hago cargo. Quizás eso acaba justificando mi tendencia a autodestruirme fumando como un expresidiario en una planta petrolífera en mitad del Pacífico. 

Decía Marguerite Duras, “amar es encontrar en el otro una parte de uno que no sabíamos que existía”. Matizo: intenta que lo que encuentres sea algo que te merezca la pena destapar, no vaya a ser que, una vez abierto el baúl, la mierda saliendo a borbotones te impida volver a cerrarlo con dignidad.  

         Podrías hacer de esto algo bonito, Maggie Smith, 2024.

 //recurrir a mis autoras de cabecera es lo más enriquecedor y pacífico que he conocido hasta ahora. Adoro la belleza expuesta sobre el altar que construyen en medio de la miseria que les ha dejado relacionarse con esos hombres patéticos y enfermos de miedo por ser abandonados o ser considerados de menos. El miedo es la peor emoción que puede invocar la persona con la que decides establecerte en una relación. Tenlo presente y toma mejores decisiones la próxima vez. Feliz fin del verano.//

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