Un vez escuché, en un programa de radio de estos nocturnos a los que llama la gente para contar alguna anécdota de su vida, la historia de una señora que una noche conoció a un chico en un bar, con el que se cruzó la mirada y sintió algo muy profundo. La cosa quedó ahí, pero lo curioso de la llamada era que esto había ocurrido hacía 15 años y ella no había dejado de pensar en esta persona desde entonces. Desde aquello había vuelto al sitio en numerosas ocasiones, había intentado rastrear al individuo, e incluso había colgado alguna especie de reclamo en facebook, sin éxito.
¡Qué triste historia!, que podría haberse convertido en una gran oportunidad de no haber tenido un poco más de valentía para acercarse a ver qué había detrás de esa mirada, y ¡qué tortura el resto de años!
¡Oh, los pequeños detalles!
¡Qué triste historia!, que podría haberse convertido en una gran oportunidad de no haber tenido un poco más de valentía para acercarse a ver qué había detrás de esa mirada, y ¡qué tortura el resto de años!
¡Oh, los pequeños detalles!
Só Um Beijo. Luisa Sobral
//, sé valiente; aunque sólo sea porque merecerá mucho más la pena , al final del camino, haber coleccionado experiencias fallidas que un exceso de valentía sin utilizar. ¡Feliz Noviembre! //
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