martes, 31 de marzo de 2020

.. perpetuando roles

Analizando las series y películas que me acompañaron en la infancia y adolescencia, con objeto de evaluar la trascendencia de los componentes sexistas que he acabado absorbiendo, me entró la curiosidad por ver Élite, una serie adolescente de gran impacto actualmente. 

Se hablaba mucho de lo rompedora que estaba siendo, de cómo proyecta nuevos roles en el aspecto sexual: libertad sexual, sexo fluido, chicas desinhibidas al mostrar su deseo...

¿Y sabéis que? Nada ha cambiado. El mensaje se mantiene, y además se disfraza con una pseudo-independencia emocional y sentimental de la mujer que no existe [y todo porque las chicas hacen tríos o follan sin estar enamoradas]: todos los personajes femeninos, desde el momento en que entran en escena, se vinculan con el chico que les gusta (porque siempre les gusta un chico), y toda su trama gira en torno a llamar su atención, a que le quiera, a complacerle, o a llorarle porque no le hace caso, y siempre en actitud pasiva, de espera. Los chicos, por el contrario, pueden pasar capítulos enteros desarrollando tramas de acción, propias historias, y eventualmente deciden darse al placer de sus relaciones sentimentales. 
Nadia renuncia a sus valores y su moral por el amor, Carla va enganchando novio tras novio y trabaja en ser fría y que no se note lo que siente, Lu se desvive por mantener a Guzmán con ella, y aun sabiendo que él no está a ese nivel, a ella no le importa y piensa que acabará convenciéndole... y eso es todo lo que tienen que contar sus personajes. No les ocurre nada más, no tienen más inquietudes. Ellas son el decorado de las tramas de ellos. No dejan de ser un complemento.
Así se transmite el machismo entre generaciones; se cuentan las mismas historias, pero ahora las chicas se maquillan y visten tacones para ir al instituto, como paradigma de la "emancipación de la mujer en el siglo XXI" y las "nuevas" generaciones feministas.

Elite Ramón Salazar y Dani de la Orden - Netflix

//, los días son espesos, tienen una textura viscosa que hacen que las horas se sucedan unas a otras de forma orgánica y elástica. 
No estoy mal, tampoco estoy bien. No sé qué estaría haciendo si no estuviera de cuarentena. 
La verdad que no lo sé. 
Echo de menos mi rutina // 

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