.. arena en el corazón

El día que salió la convocatoria fue el día que decidiste dejar de hablarme. "Es lo mejor para ti", decías. Y pasé un mes asqueroso, con miedos, dudas, tristeza... semanas en las que me hacías falta y en las que tú habías decidido no acompañarme. La noche antes del examen me escribiste. "Que tengas mucha suerte. Confío en ti."

Hoy ha salido la nueva convocatoria y ha llegado un mensaje tuyo a mi móvil. Me quema leerlo. "¡Espero que estés animada!". Se me llena el corazón de tierra, y me pesa el cuerpo. Haces que me odie. Había olvidado esta sensación.

Hay una distancia de dos piscinas olímpicas entre mi mano y ese móvil. Todo se vuelve espeso y puedo masticar el tiempo. Sabes que no voy a contestarte, y querrás que lo haga para volver a engancharnos en conversaciones en las que vives como un espectador. Vienes con fuerza y te acabas diluyendo. No es para mí. Lo único que quiero es que sigan pasando los meses, que se acumulen, y que esté cada vez más lejos el día en que decidí, esta vez yo, que nunca más volveríamos a hablar.

White Gloves - Khruangbin

//, tengo ganas de llorar. Estoy acojonada. Otra vez volvemos a empezar. ¡Feliz convocatoria!// 

.. Jenny Holzer

La última vez que Jorge intentó tener sexo conmigo, le pedí que usara un condón. Uno que llevara una frase de Jenny Holzer. Eso fue hace tres semanas, antes de que finalizaran las vacaciones y sus estudiantes volvieran de sus escondrijos de verano: de los yates las rubias y de las profundidades de sus sopas de noodles las de ojos rasgados.

Me miró desconcertado y luego se largó a reír.
No me preguntó quién era Jenny Holzer. «No es broma», dije, «si quieres hacer el amor, tendrás que ponerte un condón. Y que sea de Jenny Holzer, por favor». Estábamos echados sobre la cama, él desnudo y yo con mi camisa de dormir hasta las canillas.

Afuera se oían gritos de niños. Tal vez jugaban soccer en las calles abandonadas por los estudiantes. Jorge se levantó y desde su desnudez me miró. Su expresión era de absoluta confianza, imaginando, supongo, que su virilidad revertiría mi insurrección. Noté que las carnes de su estómago habían desaparecido. De alguna porción de su vida extrae el tiempo para ir al gimnasio. De la que me corresponde, sin lugar a dudas, porque cada vez lo veo menos. Me di la vuelta y me cubrí con la sábana hasta la punta de la cabeza.

-La Estación De Las Mujeres, Carla Guelfenbein

Lee Miller se da un baño en la residencia de Múnich de A. Hitler, el mismo día en que, horas más tarde, 
éste y su mujer se suicidan en Berlín (30.abril.1945) - David E. Scherman

//, ella solo quería algo a cambio. Como una muestra de su interés en estar, 

en ese exacto lugar, con esa única compañía. Ella.// 

.. hey!

Nos habíamos conocido por Tinder. Un tío amable, majo. Dos semanas de conversación fluida dieron paso a una primera cita. Yo supe desde el mismito momento en que te vi aparecer que no íbamos a conectar, pero aguanté las cervezas por pura cortesía, considerando que quizás podía surgir algún tipo de amistad. Nos despedimos y al llegar a casa ya tenía un mensaje tuyo.

-¿Repetimos mañana?
-No puedo, sorry.
-¿Pasado?
-....

Me sorprendió enormemente tu poca habilidad para captar mi interés durante toda la noche. Al final sentí que mi responsabilidad pasaba por aclararte la situación y que, no obstante, quedábamos otro día para tomar una cerveza, como amigos.

Obviamente no hubo mensaje de vuelta.

Hoy hemos coincidido. Yo estaba en la puerta de un bar con un amigo; tú aparcabas la bici enfrente, para entrar en el mismo bar. Al verte te he saludado con la mano desde la otra acera, con cierto entusiasmo por la coincidencia. Tú has mirado de reojo sin devolver el saludo y al pasar por delante has dejado caer un vago hola, con desdén.

Ha sido un bajón, la verdad. Siempre lo es. Gente que sólo se muestra amable en su búsqueda por conseguir algo de ti, y que al no conseguirlo, te trata como si nunca hubieras existido: una compañera que quiere unos apuntes, un tío que quiere follar, un dependiente del Corte Inglés. ¿Hemos quedado reducidos a pura mercancía?

A menudo siento en falta más calidad humana.

Hey! - Lola Flores [Poemas de Rafael de León]

  //, que siempre es más feliz quien más amó [...] y esa siempre fui yo.

No pienso renunciar a vivir desde el sentimiento puro y sincero//

.. follar y hablar

 Follar y hablar.
Tenías razón, se nos daba bien. Era lo único que sabíamos hacer sin discutir. Ahora lo pienso y no lo dudo: podríamos haber pasado ocho cuarentenas seguidas enredados, sin echar nada en falta, sólo hablando y follando.

Entonces no necesitábamos comer, ni dormir. El tiempo tomaba una espesura con suficiente consistencia como para amortiguar la diarrea de pensamientos que nos penalizaban diariamente, de la que nos costaba tomar distancia. Claro, eso también enganchaba; nos ayudaba a sentirnos anestesiados de nuestra vida de mierda, aburrida y sin expectativas.

No recurrimos a límites. Yo estaba entregada a la confianza que construimos. Tú sabías lo que yo necesitaba en cada momento.

Y nos reencontramos, después de años sin hablar.

-Conocí a un chica al poco de separarnos. Le hablé de ti y me preguntó que cómo era el sexo contigo.
-¿Y?
-"¡Cojonudo!", me salió del alma.

Yo nunca le reconocí que después de él los polvos volvieron a ser tristes. Y en ese momento comprendí el valor de todo aquéllo: él hizo desparecer el miedo que yo siempre sentía a que aquélla fuera la última vez.

Afterlife - Arcade Fire

  //, ¿hay algo más relevante que intimar con otro ser humano, en cualquiera de sus posibles versiones?// 

.. tú me acostumbraste

La madre que se queda en casa suele decir que se siente afortunada, en caso de que alguien  -una madre trabajadora, por ejemplo- se interese en preguntar. Tenemos tanta suerte que con el sueldo de James yo no necesito trabajar, dirá, como si hubiera apostado una fortuna a un solo caballo y hubiera descubierto que ha elegido al ganador. Nunca se oye decir a un hombre que se siente afortunado de ir a la oficina todos los días.

Pero la madre que se queda en casa suele decir que es un privilegio que le "permitan" dedicarse a su trabajo doméstico tradicional, que no tiene nada de excepcional. Aun así, supuestamente se pone eufórica cuando su hija saca la mejor nota del examen de matemáticas, consigue una plaza en Cambridge y se convierte en física nuclear. ¿Quiere para su hija ese privilegio? ¿O cree que esto es un enigma que quizá alguien logre resolver en un futuro, como descubren los científicos la cura para el cáncer?

-Despojos: Sobre el matrimonio y la separación, Rachel Cusk.

Tú me acostumbraste - Chavela Vargas

  //, vuelvo sola a casa caminando a las 3 de la mañana, agarrando mi móvil con fuerza y con cierta melancolía, pensando en que ya no tenía a nadie en quien pensar. Lienzo en blanco; noches de verano. Me pongo un vestido y todo pierde peso. Lo nota mi cara, que ya no se entumece, y siento una sutil brisa que me arroja olor a salitre -que sé que no es salitre, pero que a mí me da igual-. No pienso ponerme las gafas para salir, aunque ya no sepa si aquella chica me mira o no. Así no vamos a conectar, pero es que eso, en este preciso momento, ya me da bastante igual.// 

.. el perro que me sigue

[extracto de un relato que quise escribir sobre la depresión, que en muchas ocasiones la he escuchado descrita como un perro que te sigue a todas partes; la sombra que proyectas, a la que no quieres asomarte]

Ojalá me hubiera podido conformar con el aspecto que tenían las cosas, en vez de quedarme con la sensación que me transmitían. El malestar volvió a manifestarse, y empecé a notar la mano fría de algo viscoso y sucio que me rozaba la nuca, de esa puta cosa que no me dejaba en paz por mucho que me esforzase en alejarme de ella. De esa enorme y asquerosa mancha que me perseguía como un perro callejero.
Mis inquietudes y entusiasmos empezaron a darme la espalda, y en su lugar surgió la continua autocrítica por mi incapacidad para hacer las cosas de forma perfecta.

Make it Easy On Yourself - The Walker Brothers

//, después de todo tú y yo sólo estábamos representando el papel que nos asignaron en la obra de fin de curso que fue todo aquello. Tú empezabas una nueva etapa y yo iba a continuar en la misma. La misma mierda pero sin ti. Tú habías limpiado ya el barro de tus zapatos y yo me quedé allí, en medio del lodazal, empapada hasta el tuétano, viendo cómo las huellas de tus pasos se perdían a lo lejos//

.. ventilar la casa

Y hay días en los que no quiero escucharte, ni ser conciliadora, ni tener paciencia, ni cumplir tus expectativas, ni evitar hacer lo que te molesta y sé-que-hemos-hablado-mil-veces-de-que-no-lo-haga-porque-te-molesta, ni ser tu apoyo, ni tirar de ti.

Hay días en los que sólo quiero ser el centro, sólo existir yo; que me mires, me mimes, me escuches, me abraces, me sostengas, me rías las gracias, me dejes llorarte en la manga, me laves y me pongas el pijama. Días en los que quiero que me dejes elegir la peli, elegir la comida, elegir los horarios, el bar al que vamos, la música que ponemos mientras cocinamos o vamos en coche.

Días en que sólo follemos como a mí me gusta, que no me interrumpas mientras me masturbo en la ducha al terminar, no me hables cuando es tarde y sólo quiero leer un poco antes de dormir, y te levantes de la cama cuando ya no puedo seguir durmiendo y salgamos a desayunar.

Días en que sólo valgan mis deseos. Es simple, ¿no? Que por un momento la excepción se vuelva norma, tan sólo por experimentar cómo se siente ocupar tu papel, hombre.
   

La Sed - Paula Bonet

  //, y dejar de ser cómplice. Dejar de buscar razonamientos para tus "no puedo" y empezar así a ventilar la casa// 

.. tus deseos vs. mis deseos

Nuestros deseos no deberían condicionar nuestras relaciones

Sí y no.
¿Qué es la relación afectiva sino el espacio en el que se desarrollan los deseos? En ningún otro contexto tienen cabida. Entendemos, por tanto, el deseo como la culminación de una satisfacción personal, sin ninguna otra pretensión; un acto puramente egoísta en el término etimológico porque sólo me vincula a mí en mi camino por conseguir algo. Que puede, no obstante, requerir de otro ser su participación, sin que éste reciba ninguna contraprestación a cambio, más allá de la satisfacción que le produce el ser capaz de satisfacer los deseos del otro.

Pero es cierto que ante un deseo deberá anteponerse siempre una realización material "posible". Es decir, que ante mi deseo por ejemplo de ser madre, nunca podrá condicionarse el derecho a la protección de la salud de un ser humano, y mucho menos si esta relación se consolida en base a un móvil económico (pero esto es otro asunto, quizás para otro momento).

¿Y en el contexto afectivo? Igual. Partiendo de que el deseo no condicionará la libertad del otro, la dificultad consistirá en mantener un equilibrio entre el deseo de uno y el deseo del otro. Y es en esto en lo que se basa la lucha de poder en la relaciones sentimentales: mi deseo por tener más atención de tu parte vs, tu deseo de querer más independencia, mi deseo de actuar vs. tu deseo de dejar que fluya...

Entonces, ante una situación en la cual la superposición de los deseos supera al entendimiento de las partes avocando a una ruptura definitiva, reconocer que tu deseo puede ser simplemente eso, un deseo, y que el valor de esa relación en su esencia, sin expectativas, te resulta mucho más gratificante que la ausencia de cualquier tipo de contacto, puede no ser una mala decisión, aunque con ello tus deseos nunca vean la luz.     
     

Procuro olvidarte - Amaral, Najwa Nimri, versión para la película "Quién Te Cantará", Carlos Vermut, 2018 

  //, ciertamente, esta película tiene una carga estética que eclipsa la trama, pero la banda sonora me encanta. Quizás mucho mejor "Magical Girl". Si no la conocéis es buen momento. ¡Feliz Julio! //