viernes, 7 de junio de 2019

.. promesas que no valen nada

Prometiste estar ahí. No presionar, no exigir.
Dijiste sentirte feliz con sólo recibir un mensaje mío, y que era todo lo que necesitabas. Aceptabas la situación, y estabas ilusionado por conocerme.

En algún momento todo eso cambió. De repente empezaste a no estar conforme, a que las expectativas superasen los recuerdos vividos, a querer un contrato acerca de lo que éramos, o lo que podíamos llegar a ser.

Y de repente todo empezó a verse confuso, a ser realmente complicado y difícil de manejar.
A menudo sentía que no eras feliz, y lo más inquietante de todo, que nunca podría hacerte sentir sereno con la relación que podía ofrecerte.

Y entonces, el mundo se derrumbó para mí. Aceptar eso fue terriblemente doloroso. Fue como soltar la tensión de mis manos, que sujetaban la cuerda que te mantenía unido a mí, y ver cómo ella sola iba deslizándose por mis dedos, por la fuerza que ejercía tu oposición, hasta desaparecer.

Roland Garros Frech Open. Gilles Aillaud, 1984. 

//, sólo estoy esperando a que se me pase la adicción de pensar en ti. ¿21 días para consolidar una rutina? //

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